Saludos viajer@s. El otro día paseaba por el centro de Madrid (España), más concretamente por la calle Serrano, una de esas míticas calles donde los negocios de moda más prestigiosos del mundo tienen un local asegurado.
Para una persona como yo a la que le gusta la tranquilidad, ver ese trasiego de gente resulta un poco agobiante. Personas vestidas a la última, cargando con varias bolsas en sus manos, vagaban de un lado para el otro.
Si me hubiese parado a preguntar a alguna de esas personas, me hubiese dicho sin duda que estaba practicando "shopping". Todos sabemos que en la era de los anglicismos, a ir de compras se le llama ahora "shopping", pero ¿sabías cómo y cuándo nació?
Todas las grandes ciudades del mundo tienen una calle emblemática (Serrano, Royal Mile, La quinta Avenida, New Bond Street, etc) donde las tiendas tienen un precio superior a la media y los productos ofertados se vuelven muy elitistas. Pero claro, todas estas tiendas no serían nada si no tuviesen escaparates. He aquí el punto clave del nacimiento del "shopping", la creación de los escaparates.
Hasta el siglo XIX, los comerciantes se limitaban a apilar la mercancía en el interior de sus locales y si no te adentrabas en ellos, no podías saber lo que tenían a la venta. En 1820 la aparición de máquinas eficientes para prensar el cristal, permitió fabricar ventanas de tamaño mediano y grande que pronto serían colocadas en las tiendas y grandes almacenes, que también aparecieron en el siglo XIX.
Los escaparates de Au Bon Marché en París, de Harrod's en Londres o de los Sears y Macy's en EE.UU. propiciaron la moda del escaparatismo. Gracias a los escaparates los comerciantes pudieron mostrar de forma más atractiva su género, lo cuál servía de reclamo para los potenciales compradores que recorrían y recorren las calles haciendo "shopping". Incluso a día de hoy existe la profesión de escaparatista y se estudia en las universidades el llamado "merchandising visual".
¡Hasta la próxima!
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